jueves, 9 de marzo de 2023

Ahora todos nos creemos psicólogos...

 Es fascinante que algo que ha sido un tabú durante tanto tiempo, esté ganando visibilidad tan rápido, cosa que no sería posible de no ser por el interés general de la población. Pertenezco a la generación que algunos llaman "millenials" y creo que estamos cometiendo muchos errores, pero aplaudo el gran paso que hemos obligado a dar a la sociedad en cuanto a la visibilidad de problemas psicológicos, aunque gran parte del mérito no es nuestro, evidentemente.

El problema es que gracias a las redes, ahora todo el mundo se cree psicólogo, couching (o como se llame) y todo el mundo se cree lo que ve en esos videos. ¡Y ojo! Estoy convencidísima de que muchos sí son psicólogos o estudiantes de psicología... pero como en todos los campos de estudios, hay múltiples teorías, defendidas tanto por los aficionados como por los catedráticos. Esto nos lleva a que mucha gente se pronuncie en redes sociales para transmitir sus ideas, y que por lo tanto muchos vayan a hacer casos a sus videos o posts antes que tomarse la molestia de buscar artículos académicos en Dialnet o plataformas similares.

Este problemilla da para muchas páginas, pero en este post me quiero centrar en un aspecto que (a mi parecer) es inofensivo y todos aplicamos: intentar psicoanalizar todo lo que los demás hacen. Es normal que hagamos esto, forma parte de la curiosidad; pero a mucha gente le desagrada ser descubierta ya que se sienten como si literalmente estuvieran "desnudando su alma", lo cual es también completamente comprensible, y puede llegar hasta a ser doloroso para uno mismo cuando nos damos cuenta de un aspecto de nuestra personalidad o acciones porque alguien lo ha descubierto antes que nosotros mismos, o éramos  conscientes y preferimos esconder esa faceta en cuestión que otra persona acaba de descubrir.

Podría aplicar esto en múltiples casos, pero el más reciente que he vivido ha sido con distintas amigas y conocidas de confianzas que me contaban o que han roto con su pareja o que han iniciado una nueva relación, a lo que les respondí "lo sé". Muchas se sorprendieron ante mi respuesta ya que es un tema privado que suelen hablar con gente muy cercana o con gente que no se dedica a cotillear sobre las vidas ajenas. Ante ello, les expliqué que aprecié en ellas un cambio en el patrón de conducta en cuanto a la presencia (mayor o menor) y al tipo de contenido que subían a redes sociales: unas con frases de desamor, otras con frases cursis a más no poder, otras de repente empezaron a subir un montón de selfies, otras de atuendos diarios que se curraban... Tras aclarar esto, ninguna de ellas se enfadó, incluso llegaron a hacer memoria y me contaron de casos similares que habían visto.

Pero las redes no son el espejo del alma (o en parte sí) ... He hablado con bastantes personas como para asegurar que muchas de ellas son personas sanas sin redes que les parecen aburridas, mientras que otras con problemas más serios sobre su propia percepción me han asegurado no tener redes "porque esto es para gente sin autoestima", del mismo modo que hay gente que se maquilla por gusto o para tapar/modificar alguna característica facial que no les agrada, pero también he conocido a gente que no quiere maquillarse porque "esto es para gente con problemas de autoestima". Y un largo etcétera de casos por el estilo que no tienen nada de malo ni si hacen ni si no hacen, pero parecen verse amenazadas cuando alguien se da cuenta de un nuevo patrón de comportamiento.

En definitiva, unos querrán tapar su baja autoestima acudiendo al maquillaje o rechazándolo por completo, otros querrán taparlo con el uso o la ausencia de redes... pero eso no significa que todo gire en torno a querer mostrar o esconder. Esa lógica también la podría aplicar a posts que he tratado anteriormente sobre la toxicidad que se ha generado en cuanto a la cultura de las viajes ¿viajas para coleccionar países o porque realmente hay algo en el lugar que visitas más allá de un paisaje bonito?, sea cual sea el motivo, y tanto si subes tus viajes a redes como si no, analiza si lo que te impulsa a hacerlo es un motivo sano (y muy importante !! si viajas con la gente con la que vives, especialmente si vives en solitario, no subas fotos en las redes hasta que no hayas finalizado tu viaje, ya que es una forma de dar a conocer que tu casa está vacía, no importa que tan privada sea tu cuenta).

Para terminar, quisiera hacer una pequeña reflexión (que seguro que no he sido la primera en pensarla), y es que se critica más a quien sube que a quien no sube. Sí, yo soy la primera que se queja de las imágenes con purpurina de Piolín acompañadas por un simple "Buenos días", también me he quejado de gente que sube cosas tan personales como sus informes médicos (literalmente) en stories, me he quejado de quienes suben hasta el almuerzo que han cocinado y se les ha quemado (también, literalmente)... pero al final todo se reduce a "¿y qué? ¡son felices y no hacen daño a nadie!" el mal uso de las redes viene cuando se usa para humillar o chantajear.



Para terminar el post con color como siempre, dejo una foto que tomé de una escalera de caracol que encontré en mitad de una ruta senderística. Simplemente me gustó y la subí en estados. No hubo reacción alguna que recuerde, pero una vez más ¿qué daño hace?


2 comentarios:

  1. Pues em sembla molt interessant el tema que comentes. M'ho recordaràs la propera vegada que ens veiem?

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