viernes, 3 de febrero de 2023

La religión se enseña mal en las aulas y por esto está condenada a desaparecer

Hace unos cuantos posts, me quejaba (mencionando superficialmente) de cómo se enseña la asignatura de "Religión" en los centros educativos, al menos en España. Pero para ser lo más transparentes posibles os pongo en contexto en cuanto a mi historia y mi entorno: fui a una escuela de monjas y nací en una familia 100% católica, quienes han mantenido su fe a lo largo de los años, pero siempre conscientes y abiertos a nuevas perspectivas pese a no tener intención de dejar sus (nuestras) costumbres. En cambio, los de la nueva generación (vamos, mi hermano, mis primos y yo, nacidos entre 1989-2017) hemos tomado caminos distintos y nuevas perspectivas, unos se declaran ateos, otros ni se plantean en qué creen, otros se identifican con otras ramas.... A día de hoy me declaro agnóstica, que también se puede interpretar de otras formas, pero en mi caso se reduce en que creo en Dios pero no creo en las religiones ni en sus intermediarios; sin embargo, abrazo las prácticas católicas (algunas, evidentemente) y su iconografía ya que los humanos tenemos la necesidad de materializar las ideas (otro tema que da para otro post... ¿habrá algún post en el que no haya soltado esta frase?).

Ahora, como historiadora y gestora cultural, si la Iglesia no quiere terminar de perjudicarse en estos nuevos tiempos, deberá dar un giro de 180 grados (otro tema para otro post), pero centrándonos en la religión como materia escolar, ya basta de que sea "la asignatura regalada para aprobar", ya basta de que nos hagan memorizar santos y terminología que olvidamos al terminar el curso, ya basta de hacernos memorizar cánticos que también olvidaremos a finales de curso... Los cánticos se tienen que quedar en la asignatura de música y la terminología en un solo tema de la asignatura de historia; y si se quiere mantener una asignatura dedicada única y exclusivamente, ésta tendrá que cambiar su contenido, adaptándolo a las capacidades de los cursos académicos a los que van dirigidos.

Si de mi dependiera, dedicaría la asignatura de religión al estudio de su impacto en la sociedad y hasta que punto ha sido tan decisiva para todos: la única vía de escape para unos (a ella me aferré más que nunca a mis 17 años) a lo largo de la historia (cómo muchos se aferraban cuando no había más esperanza), cómo los intermediarios lo han usado para manipular a las masas, cómo lo han usado para excusar malas acciones que ni tan solo estaban aprobados en los escritos sagrados, cómo ha sido un elemento de unidad o de división según las creencias de la población...



Foto de mi viaje a Portugal, concretamente en el pueblo de Fátima, un importante sitio de peregrinación debido a las supuestas apariciones marianas que dieron lugar en 1917. 

7 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. La asignatura de religión católica desaparece por tres motivos:

    El primero es ideológico: hay grupos que quieren abolirla alegando neutralidad institucional. Sin embargo, bajo ese discurso muchas veces lo que se esconde es eliminar a la competencia en la carrera de dictar la moral de la sociedad.

    El segundo es la propia Iglesia, que como parte de una larga sucesión de errores ha preferido abandonar las sutilezas de la teología en el trato con los laicos. En vez de ir poco a poco explicando los fundamentos de la fe e ir construyendo sobre eso hasta que el creyente comprende, demasiadas veces tira por el camino de los platos precocinados. Y uno de esos "platos" son los currículums de las asignaturas de religión, hasta el punto que es evidente que retirarlas no implicaría pérdida alguna. El hecho de hacer de religión católica una asignatura optativa que debe ser un regalo o adaptarse a las apetencias del alumnado moderno simplifica tanto sus contenidos que los pervierte o caricaturiza, hasta el punto que desde el punto de vista de la propia Iglesia (si se lo planteara) sería preferible no hacer nada a enseñar algo que no es.

    El tercero es que a medida que la sociedad cambia otras confesiones podrían reclamar trato preferencial, señalando que deberían compartir nicho educativo con el cristianismo. En mi tierra se llegó a plantear la idea de hacer grupos separados... lo cual suena entre bien y regulero hasta que te enteras que, en esencia, querían meter a imanes en los institutos. Cualquier persona con dos dedos de frente y un mínimo conocimiento de la actualidad sabe que eso es una barbaridad, independientemente de filiación política. Incluso gente del mismo signo de quienes planteaban dicha reforma me lo ha reconocido en pequeño comité. Por eso para muchos el mal menor sería quitar cualquier asignatura de religión para evitarse esta clase de problemas.

    Por mi parte hasta muy poco era partidario de que se sustituyera Religión Católica por una historia de la religión desde un punto de vista no doctrinal, ya que ese a óptica sería más apropiada en el ámbito familiar o la catequesis. Sin embargo, es poco realista que algo así pueda llegar a darse algún día, y además no cierra del todo la puerta a los problemas arriba mencionados. De hecho, abre otros, porque nos pasaríamos el día discutiendo sobre la "neutralidad" o "objetividad" del temario. Por eso creo que lo más apropiado sería que hubiera más contenidos de historia de la religión y teología en las asignaturas de Historia y Filosofía, ya que tendría todo el sentido del mundo que un condicionante clave de la civilización no puede darse por sabido. Además, permitiría ver un poco de todo pero dar más relevancia a las tradiciones que nos resultan más cercanas.

    Digo esto porque yo también me considero agnóstico, pero de cada vez estoy más seguro de que si las sociedades occidentales a estas alturas conservan algo de humanitario se debe a que están construidas sobre unos cimientos cristianos... no al triunfo de la Modernidad o a la idea de progreso. Aunque uno tenga sus dudas sobre la fe no se puede negar que se vive mejor siguiendo sus preceptos que en la anomia posmoderna, o que podemos categorizar muchos errores de sus representantes a lo largo de la historia como violaciones de los principios que deberían seguir. Sin embargo como diría Michael Ende, esa es otra historia y es mejor contarla en otra ocasión.

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    1. ¡Gracias por tu comentario! No me había planteado la idea de que puedan buscar eliminar competidores morales. Al menos en mi escuela de monjas, nunca sentí que quisieran implantarme sus principios morales, pues tan solo nos enseñaban historia del cristianismo, como leer una Biblia, algunas canciones y poco más. Supongo que dependerá mucho del entorno del niño también.

      Por otra parte, leí que en los colegios españoles querían impartir religión islámica. Desconozco si esta propuesta se ha llevado a cabo y cual era la finalidad. Por un lado, tendría sentido que quisieran una educación religiosa más diversa si no fuera porque también se quiere eliminar la asignatura de religión en sí, lo que a fin de cuentas a mi me da a entender que todo se ha reducido a propuestas absurdas por parte de nuestro gobierno queriendo dar una imagen falsa de supuesta inclusión.

      Concuerdo contigo en que esto llevaría a discutir bastante la objetividad y neutralidad del temario, esto abriría nuevos debates y disputas en la sociedad; tanto si se quiere aplicar a la asignatura de religión cómo en la de historia.

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    2. Espero que no os importe que me meta en la reflexión. Por mi parte me parece positiva una asignatura de "historia de las religiones", en general, pues ayudaría a comprender la sociedad plural en la que vivimos. Es cierto que llevaría a discutir acerca de la objetividad y neutralidad del temario, pero, ¿qué asignatura es realmente objetiva y está carente de subjetividad? Incluso las matemáticas, al elegir un temario por encima de otro, lo son.

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    3. Toda intervención respetuosa es bienvenida aquí.

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  3. Sobre la pràctica religiosa, en el meu cas soc una mica com tu. Crec que existeix alguna cosa i coincideixo amb el catolicisme en algunes pràctiques i ideals. Per altra banda, estic d'acord que l'assignatura de religió era perdre el temps i era regalada. Trobo que s'hauria d'incidir molt més en la reflexió i en donar a conèixer les diferents religions i no centrar-se només en les més conegudes. Per altra banda, no trobo que les oracions s'hagin d'estudiar a música, sinó que és una cosa més concreta de cada practicant d'una religió, no trobo que sigui una cosa que s'hagi d'aprendre a escola. A això afegir-hi que la teva perspectiva és molt interessant... però trobo que no es podria aplicar fins al batxillerat. Tota aquesta reflexió que esmentes a l'ESO és poc assumible tenint en compte el nivell de maduresa.

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    1. Francament, a batxillerat ja ho llevaria, massa saturats anam i a més no entra a sel·lectivitat. A sa ESO, en canvi, ho mantindria i aplicaria aquesta idea de sa història de ses religions.

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