Celebrar el Año Nuevo (y la Navidad y el Halloween): más importante de lo que parece

 La mayoría celebramos Año Nuevo y Navidad con alegría, otros rechazan el Halloween porque "es una fiesta extranjera que incita al capitalismo" (ay, si supierais cual es el origen de la Navidad y cuando nació verdaderamente Jesucristo, por no mencionar la nacionalidad de Jesucristo...) y otros las celebran todas con alegría y otros las rechazan todas porque "es una tontería". ¿Qué les lleva a pensar que Navidad y Año Nuevo es una tontería?

• Es una fiesta hipócrita en la que felicitas a gente con la que no tienes el más mínimo contacto en todo el año, algunos hasta os caéis mal.
• Es una estupidez esperar a que la Tierra pase por un punto exacto en cuanto a su rotación del sistema solar para empezar nuevos propósitos como dejar de fumar o ir al gimnasio, cuando es algo que puedes empezar mañana mismo.
• Porque no tiene sentido organizar comidas con familiares con los que no te llevas para que la conversación se convierta en una competencia de "yo he hecho más que tú" y la mítica pelea por los terrenos de los abuelos.
• Por el capitalismo, que es malo maloso (el problema no es exactamente este, sino su gestión, pero esto va para otro post).
• Porque soy especial, soy diferente, voy contra el sistema.

Fuera bromas, todos tenemos problemas o comidas de cabeza constantes, y aunque estas fechas no vayan a solucionar el problema, para muchos es una vía de escape, una excusa para ver a quienes nunca pueden ver por falta de tiempo, un momento de reflexionar para hacer limpieza o replantearte proyectos. Todos necesitamos un break que vaya más allá de tomarse un té tras varias horas de estudio o tomarse un día libre alejado de los problemas.

A parte, en estos nuevos años contamos con una gran ventaja que no se contaba en el pasado: el aprecio por la simplificación. Es cierto que las nuevas tecnologías y electrodomésticos (aunque casualmente se rompan poco antes del fin de su garantía) son de gran ayuda y la gente no necesita pasar tanto tiempo entre fogones; mientras que antes, un grupo reducido de familiares (básicamente, mujeres jóvenes y adultas) cocinaban estresadas ¿estresadas? sí. Nos reímos mucho de como algunos intentan aparentar ahora, pero en el pasado, todo el mundo quería aparentar la perfección de su núcleo familiar, tanto hombres como mujeres, y el más mínimo fallo era objeto de bochorno (casi siempre, solo les importaba solo a quienes habían cometido el pequeño error).

En cambio, hoy sentimos hasta lástima por quienes han estado seis horas seguidas en la cocina  (a no ser que el individuo en cuestión ame cocinar) para preparar un exquisito plato que se devora en menos de un a hora. Por no mencionar la de gente que siente pesadez con facilidad o cualquier otro tipo de malestar digestivo, y para nosotros esto es un infierno.

En resumen, no os rompáis la crisma por querer quedar bien, seguro que en muchos hogares son bienvenidos los cerditos, corderos o lo que sea, comprados en el negocio de la esquina, dejad las apariencias, si no sabéis que regalar no regaléis ni colonias ni calcetines (creo que hablo en nombre de la mayoría... son bienvenidos pero cuando ya van tantos, no hay donde ponerlos), y felices fiestas.

Mi abuelita, mi madre y yo preparando los turrones en Navidad de 2021. Sin presión y de tranquis. Nótese que mi abuelita es zurda... la golpearon muchas veces en la escuela de monjas porque "eso es cosa del demonio"... Yo comí de ese turrón y no me sentí para nada satánica -\._./-