jueves, 1 de agosto de 2024

Turismo responsable, un poco de postureo y el síndrome del salvador blanco.

     Hasta no hace mucho, viajar era un lujo, y aunque a día de hoy hay familias que siguen sin podérselo permitir, parece que se ha convertido en una actividad obligatoria. Hay miles de motivos para viajar: buscar algo nuevo, curiosidad, salir de la rutina, desconectar, participar en un evento... por lo que si uno tiene la posibilidad, por un motivo u otro se mueve (y basta ver el escalofriante mapa de flight radar24 para ver como en definitiva no nos estamos quietecitos).

    El turismo ha aportados grandes beneficios económicos, pero las huellas medioambientales y culturales parecen tambalearse frente a esta fuente de ingresos. Las experiencias son diferentes en cada lugar del mundo. En Mallorca, de donde soy, es un caos tremendo, hasta el grado en que, al igual que en otras ciudades españolas costeras, ha habido manifestaciones pidiendo a gritos un cambio de modelo; además de despertar movimientos como la turismofobia, a la que para colmo le dan más bombo y ponen más dramatismo del que hay en la prensa extranjera, como si pegar a un turista de gratis en medio de la calle fuese el pan de cada día. Aún así, es algo que no se puede ignorar, pese a ser local y que mis padres sean también mallorquines, yo tengo unas pintas de guiri muy convincentes, hasta el punto en que algún turismofóbico me ha insultado/hecho algún comentario obsceno de gratis en español por la calle (creyendo que soy extranjera) o que cuando conozco gente nueva me pregunten de donde soy (hasta aquí ok, pero a algunos, cuando les digo que soy de aquí, ni me creen e insisten en saber mis "auténticos origenes"... pues hijo, si nos ponemos en este plan, la ciencia dice que mis orígenes están en África, como los de todos).

    Movidas personales a parte, hay muchos sitios en que la gestión del turismo se les está yendo de las manos a los locales y requieren un cambio cuanto antes. Obvio el cortar por lo sano con los turistas no es la solución, todo el mundo debería tener derecho al acceso y disfrute de la naturaleza y la cultura, vayan adonde vayan y sintiéndose seguros. No todo el mundo trabaja en gestión turística y quienes lo hacen, tienen el poder sobre una pequeñísima parte del territorio del mundo, y muchas veces sobre un factor en concreto (impuestos, permiso o denegación de construcción de casas vacacionales, limitación de accesos...), por lo que al final le va a tocar al individuo poner de su parte para generar un impacto lo menor posible. Por ello y como amante de los viajes que carga con 11 países visitados a sus espaldas, estas son mis prácticas/propuestas/ideas que defiendo:


  •  Intento comprar los souvenirs a los artesanos. Obvio no siempre se puede, pero se intenta, o como mínimo se les prioriza.
  • Si la ciudad me da opción a reciclar, reciclo.
  • No conduzco porque no quiero y porque me da miedo. Así que casi siempre me muevo en transporte público, y de paso puedo ahorrar. Es cierto que hay líneas de buses, tranvías y demás que están saturadas... pero es eso o coger un coche en el que solo estaría yo de ocupante.
  • Hacer voluntariados, pero tampoco fliparse mucho... No tengo suficientes vacaciones como para hacer voluntariados, es algo que me ha quedado pendiente. Por otra parte y quienes quieren hacer un voluntariado, deben tener un montón de cosas en cuenta y evitar caer en el Síndrome del Salvador Blanco, que no pararé a explicar aquí porque ya hice un post al respecto.
  • Es comprensible querer subir fotos en redes, y tener que hacerlo si la economía de uno depende de ello... ¿pero en serio es necesario especificar la ubicación? Habría que ver cuanto cambiaría la cosa si no se pusieran las ubicaciones.
  • Prescindir de los objetos de usar y tirar.
  • No hagan el tonto... he trabajado en hoteles con huéspedes mayoritariamente nórdicos y aún hoy no entiendo su lógica a la hora de dormir: ponen el aire acondicionado a tope, duermen desnudos y se tapan con un EDREDÓN... alguien que me lo explique, por favor...


Al final, son las mismas prácticas que alguien que se preocupe por el planeta lleva a cabo cuando está en su casa, no hay demasiado misterio... pero los títulos de los artículos, entrevistas, documentales y el cómo se venden las ideas, marca una gran diferencia.

1 comentario:

Jóvenes y adolescentes de España, os están mintiendo

      No sé muy bien cómo empezar este post, más que nada porque tengo demasiadas cosas que decir y porque lo de organizar cosas las dejo pa...