lunes, 5 de agosto de 2024

Jóvenes y adolescentes de España, os están mintiendo

     No sé muy bien cómo empezar este post, más que nada porque tengo demasiadas cosas que decir y porque lo de organizar cosas las dejo para mi trabajo y mis estudios, mientras que en internet me entrego al caos.

    Una cosa está clara, al igual que en otros posts en los que comparto mis reflexiones sobre temas de la actualidad, voy a hacer una pequeña introducción sobre quién soy yo para que esto sea lo más transparente posible: soy española, he vivido en España siempre, soy mujer, actualmente tengo 28 años (nací en 1996), tengo una carrera universitaria "con pocas salidas" , tengo un máster, actualmente estoy cursando un segundo máster porque me gusta estudiar y aprender, no tengo hijos, vivo con mis padres y, milagrosamente, tengo un trabajo fijo que no tiene nada que ver con lo que estudié pero que adoro. Además de esto, cargo a mis espaldas una experiencia laboral de 5 años que no incluye contratos fijos.

    El motivo por el que estoy escribiendo estas líneas es tanto para avisar (aunque no soy una influencer ni quiero serlo) como para desahogarme un poquito. A falta de un puesto de trabajo como profesora de secundaria que pueda avisar a sus alumnos del engaño, escribo un post aquí. De hecho, a veces me dan ganas de ser profe solo para ser tutora y avisar a los alumnas de las falacias con las que se nos ha educado (si es que lo podemos clasificar como falacias), pero el sistema educativo actual me repele.

    Lo primero que gritaría a los cuatro vientos y a mis alumnos imaginarios, es que tener estudios superiores no te garantiza bienestar laboral. Tener estudios superiores te garantiza otro tipo de cosas (al menos en España), que son:

  • Posibilidad de acceso a un cargo mayor al que acceder a través de oposiciones.
  • Posibilidades de trabajo reales en puestos muy concretos, como es el caso de los estudios de medicina y su consecuente acceso a un puesto como médico.
  • Tener un título bonito enmarcado en la pared... aunque a día de hoy, esto es más de boomers y de catedráticos.

El binestar laboral queda garantizado por otros factores, que son:

  • Conocimientos y habilidades (ojo! no es lo mismo que los conocimientos de la universidad; sino otro tipo de características con aplicaciones más prácticas y directas, como saber un idioma extranjero, tener X nivel de conocimientos informáticos...)
  • El maldito enchufismo
  • Saber moverse y dónde buscar
  • Saber cómo venderse a las empresas
  • La flexibilidad: cuanta más disponibilidad horaria tengas y más puestos estés dispuestos a probar, más posibilidades de encontrar trabajo tienes
  • Suerte
    Claro que estudiar está bien y que no es recomendable quedarse parado, pero no dejéis que os vendan el oro y el moro. De hecho, una vieja amiga del instituto no sabía que estudiar después de bachiller, así que simplemente no se metió a estudios superiores e ingresó a la academia pública de idiomas de España para sacarse el B2 de inglés, lo cual está muy bien.

    Dicho esto, vamos a hablar del milagro que nos venden como "si estudias lo que te gusta, te dedicarás a lo que te gusta", o al menos la idea que me vendían en mis años de adolescencia. Obvio tienes más posibilidades de trabajar de eso que te gusta si estudias la carrera correspondiente, pero conseguir el trabajo soñado es realmente difícil... y en ocasiones, conseguirlo no te asegura bienestar laboral: tal vez te exploten, tal vez solo cubras una baja de 6 meses y no vuelvas a ejercer ese empleo...

    Eso sí, la universidad está llena de dudas, y el futuro más, y a pesar de todo, estoy feliz y orgullosa de mi carrera "con pocas salidas". He trabajado de cosas que no tienen nada que ver con lo que he estudiado con gente que sí ha estudiado la carrera vinculada al puesto de trabajo que estamos ejerciendo, pero que era una carrera que no quería estudiar... y ahí estábamos, trabajando juntos y desarrollando juntos una misma habilidad.

    ¿Qué os recomiendo para orientaros en relación a vuestro futuro y tratar la presión que esa etapa de la vida presenta?

  • NO os metáis en cursillos de desarrollo personal de influencers, especialmente si son de pago...
  • Acudid a servicios dedicados a la orientación de los jóvenes. Las universidades y la mayoría de ayuntamientos ofrecen estos servicios.
  • Si sentís que la situación os sobrepasa, id a un psicólogo. No pasa nada, no tiene nada de malo y no sois los únicos.
  • Estudiar es importante, pero aprender es aún más importante.
  • Hay que tener en cuenta el origen de todo. En este caso, hay que tener presente que quienes nos han educado (familiares y profesores) provienen de una generación en la que esta era la lógica, cuan más superior sea el nivel de estudios, mejor será la vida laboral; y puede que fuera cierto en años anteriores, pero este modelo ya no resuena en los años presentes. Obvio no hay que enfadarse con ellos, los implicados nos han educado en base a sus experiencias, como siempre ha sido, pero muchos no han seguido los cambios que han venido a los años posteriores a su inserción en el mundo laboral. Señalar y culpar no sirve de nada, pero entender el origen de un fenómeno puede ayudar a no verlo con tanto enfado (sí, sé de gente que está enfadada con los boomers por la forma que han tenido de educarnos).









jueves, 1 de agosto de 2024

Turismo responsable, un poco de postureo y el síndrome del salvador blanco.

     Hasta no hace mucho, viajar era un lujo, y aunque a día de hoy hay familias que siguen sin podérselo permitir, parece que se ha convertido en una actividad obligatoria. Hay miles de motivos para viajar: buscar algo nuevo, curiosidad, salir de la rutina, desconectar, participar en un evento... por lo que si uno tiene la posibilidad, por un motivo u otro se mueve (y basta ver el escalofriante mapa de flight radar24 para ver como en definitiva no nos estamos quietecitos).

    El turismo ha aportados grandes beneficios económicos, pero las huellas medioambientales y culturales parecen tambalearse frente a esta fuente de ingresos. Las experiencias son diferentes en cada lugar del mundo. En Mallorca, de donde soy, es un caos tremendo, hasta el grado en que, al igual que en otras ciudades españolas costeras, ha habido manifestaciones pidiendo a gritos un cambio de modelo; además de despertar movimientos como la turismofobia, a la que para colmo le dan más bombo y ponen más dramatismo del que hay en la prensa extranjera, como si pegar a un turista de gratis en medio de la calle fuese el pan de cada día. Aún así, es algo que no se puede ignorar, pese a ser local y que mis padres sean también mallorquines, yo tengo unas pintas de guiri muy convincentes, hasta el punto en que algún turismofóbico me ha insultado/hecho algún comentario obsceno de gratis en español por la calle (creyendo que soy extranjera) o que cuando conozco gente nueva me pregunten de donde soy (hasta aquí ok, pero a algunos, cuando les digo que soy de aquí, ni me creen e insisten en saber mis "auténticos origenes"... pues hijo, si nos ponemos en este plan, la ciencia dice que mis orígenes están en África, como los de todos).

    Movidas personales a parte, hay muchos sitios en que la gestión del turismo se les está yendo de las manos a los locales y requieren un cambio cuanto antes. Obvio el cortar por lo sano con los turistas no es la solución, todo el mundo debería tener derecho al acceso y disfrute de la naturaleza y la cultura, vayan adonde vayan y sintiéndose seguros. No todo el mundo trabaja en gestión turística y quienes lo hacen, tienen el poder sobre una pequeñísima parte del territorio del mundo, y muchas veces sobre un factor en concreto (impuestos, permiso o denegación de construcción de casas vacacionales, limitación de accesos...), por lo que al final le va a tocar al individuo poner de su parte para generar un impacto lo menor posible. Por ello y como amante de los viajes que carga con 11 países visitados a sus espaldas, estas son mis prácticas/propuestas/ideas que defiendo:


  •  Intento comprar los souvenirs a los artesanos. Obvio no siempre se puede, pero se intenta, o como mínimo se les prioriza.
  • Si la ciudad me da opción a reciclar, reciclo.
  • No conduzco porque no quiero y porque me da miedo. Así que casi siempre me muevo en transporte público, y de paso puedo ahorrar. Es cierto que hay líneas de buses, tranvías y demás que están saturadas... pero es eso o coger un coche en el que solo estaría yo de ocupante.
  • Hacer voluntariados, pero tampoco fliparse mucho... No tengo suficientes vacaciones como para hacer voluntariados, es algo que me ha quedado pendiente. Por otra parte y quienes quieren hacer un voluntariado, deben tener un montón de cosas en cuenta y evitar caer en el Síndrome del Salvador Blanco, que no pararé a explicar aquí porque ya hice un post al respecto.
  • Es comprensible querer subir fotos en redes, y tener que hacerlo si la economía de uno depende de ello... ¿pero en serio es necesario especificar la ubicación? Habría que ver cuanto cambiaría la cosa si no se pusieran las ubicaciones.
  • Prescindir de los objetos de usar y tirar.
  • No hagan el tonto... he trabajado en hoteles con huéspedes mayoritariamente nórdicos y aún hoy no entiendo su lógica a la hora de dormir: ponen el aire acondicionado a tope, duermen desnudos y se tapan con un EDREDÓN... alguien que me lo explique, por favor...


Al final, son las mismas prácticas que alguien que se preocupe por el planeta lleva a cabo cuando está en su casa, no hay demasiado misterio... pero los títulos de los artículos, entrevistas, documentales y el cómo se venden las ideas, marca una gran diferencia.

Jóvenes y adolescentes de España, os están mintiendo

      No sé muy bien cómo empezar este post, más que nada porque tengo demasiadas cosas que decir y porque lo de organizar cosas las dejo pa...